Sólo lo habiamos visto en Stuttgart este verano medio tapado y de lejos. Por supuesto ni en movimiento ni por dentro. Y de repente, en el circuito del Jarama, con motivo de la Superleague Formula nos lo encontramos haciendo de SC. Un Porsche Panamera Turbo. Palabras mayores.

Cosas del destino, acabada la competición nos ofrecieron ser los pasajeros en una vuelta al circuito, además de dejarnoslo abierto para poder ponernos a sus mandos, aunque fuera en parado, con más tranquilidad que durante la vuelta, que fue como poco movidita.

Vayamos por partes. Este es el objeto de deseo en cuestión:

Las impresiones a bordo son tan fugaces como la propia vuelta. No obstante nos conformarmos dado que tenemos pocas expectativas de probarlo más a fondo, Lotería de Naviadad por medio claro. Desde luego, es un Porsche. Impresiona no solo lo que acelera sino como lo hace. Desde bajas vueltas el empuje en constante e intenso. La verdad es que parece tener lo mejor de los motores atmosféricos (dosificación en la entrega de potencia) junto con el empuje que solo dan los motores turboalimentados.  El piloto nos dijo después que daba las vueltas con el modo “Sport” conectado, que implica no solo reacciones más inmediatas y vivas del motor, sino adaptaciones consecuentes a dinámicas de conducción más deportivas : la caja de cambios PDK de doble embrague mantiene el regimen más alto y la amortiguación pasa al modo “Sport 1”, volviendose más dura y conteniendo mas los movimientos de la carroceria.

Desde luego, aunque a falta de una prueba de conducción mas extensa con la que poder comparar, damos fé de que los objetivos perseguidos con la activación del modo “Sport” se cumplen. La caja de cambios anticipa perfectamente las necesidades del conductor y el aplomo con el que el Panamera coje cada curva es enviable para un coche de su tamaño y peso (4970mm y 2045 kg), con 4 pasajeros a bordo.

Es posible que el piloto pudiera haber apurado más las prestaciones del Porsche en el circuito de Jarama y que por sentido común no lo hicera (en 2 ocasiones tuvo que corregir la trayectoria ostensiblemente). No obstante dudo que ninguno de nosotros hubiera podido ni siquiera emular al piloto sin acabar haciendo buenas migas con la puzolana del circuito, por lo que damos como exploradas las capacidades de este coche en pista.

En cuanto al interior, corresponde por calidad de acabados y materiales a un coche de su rango de precio. Nos llamó la atención la habitabilidad de las plazas traseras, perfectamente aprovechables para personas de estatura media, y lejos de ser comparables con las de la mayoría de 2+2 semejantes en prestaciones. Para más fotos visitad flicker.